Consejos para preparar las clases online de manera segura
Con el
nuevo curso escolar, muchos colegios, universidades y centros de formación
profesional se verán obligados a combinar la educación presencial y telemática,
debido a la situación epidemiológica. Para que los docentes puedan sacar el
máximo partido a la educación online y para que esta resulte lo más «cómoda,
eficaz y segura posible». Entre otros cambios, la dificultad de controlar
posibles brotes ha llevado a muchas comunidades a valorar la implantación de un
modelo de educación mixta que combine la asistencia a clase con el estudio
desde casa. Expertos de Kaspersky y Entelgy ofrece algunos consejos:
Apuesta por la capacitación digital
Los expertos recalcan «la importancia de conocer bien las
herramientas» porque es parte fundamental para establecer las comunicaciones y
realizar las tareas de clase en condiciones. Hay que mantener la actividad y
usar con conocimiento los servicios como videoconferencias o las aplicaciones
de mensajería. Pero con un matiz, relatan desde Kaspersky: «Hay que leer las
instrucciones, aprender la interfaz y buscar en Internet las guías de configuración.
Aclare con el administrador la lista completa de
recursos a los que puede acceder y usar para sus clases».
Establecer límites a las herramientas
Por si
acaso, hay que «capar» algunas funciones de las herramientas utilizadas. Las
herramientas informáticas seleccionadas para llevar a cabo las clases en remoto
deben resultar cómodas tanto para el profesor como para los estudiantes. «Un
mayor número de ellas no significa necesariamente una mejor experiencia, aunque
el centro proporcione acceso a un gran número de servicios, no significa que se
tengan que utilizar todos», insisten los expertos.
Gestionar la dependencia tecnológica
Esta es
una adicción cada vez más presente. El uso continuado de la tecnología entre
los más jóvenes puede generar una adicción que tenga como resultado
alteraciones en los hábitos del sueño, de alimentación, en el comportamiento e,
incluso, en el fracaso escolar o en diferentes trastornos.
«Ante
este escenario, es fundamental que los padres se aseguren de que sus hijos
pasan solo las horas necesarias con la tecnología y de que la compaginan con
actividades deportivas y al aire libre», señalan en un comunicado expertos de
la firma de seguridad Entelgy. Será clave, además, estar muy atento ante
posibles signos de alerta, como la obsesión por estar conectado, la pérdida de
la noción del tiempo online o las reacciones «extremas» al dejar de usar una
consola u otros dispositivos.
Establecer una contraseña única para cada
servicio
Los expertos lo tienen claro: es recomendable utilizar
una contraseña única para cada cuenta. Todas estas deben ser fuertes, lo
suficientemente largas y no demasiado obvias. También es importante evitar
escribir las contraseñas en un papel o guardarlas donde
alguien pueda encontrarlas. Si resulta difícil recordarlas, se
puede utilizar un gestor de contraseñas. Y, como es obvio, hay que evitar
compartir cuentas con varias personas. Cuantas más personas usen una cuenta,
más vulnerable será.
Desarrollar un código de conducta para las
clases
Otra de
las recomendaciones de los expertos es hacer extensible el entorno físico al
mundo online. Y eso implica establecer un protocolo de comportamiento por parte
de todos. «Al igual que en un entorno escolar tradicional es necesario un
código de conducta en las aulas virtuales. Su seguimiento facilita a los
profesores la realización de la clase y ayuda a los estudiantes a aprender el
material con menos distracciones», añaden desde Kaspersky.
Cuidar los datos personales
Normalmente,
cuando se descarga una aplicación tenemos que aceptar una serie de requisitos
que pueden afectar a nuestra privacidad y es esencial que los más pequeños sean
conscientes de qué datos ceden, a quién y a cambio de qué. «Esto no es
sencillo, ya que los Términos y Condiciones suelen ser documentos muy extensos
y de difícil comprensión, por lo que es muy importante acompañarlos y ayudarlos
a identificar los peligros», valoran desde Entelgy. También es esencial que los
padres, muchas veces tentados a compartir fotografías de sus hijos en las redes
sociales, respeten la privacidad de la imagen de sus hijos mientras sean
menores de edad y no tengan capacidad para decidir ellos mismos.
Tener archivado y hacer copias de seguridad
Desde el punto de vista de la seguridad informática, es
importante tener copias de seguridad de los materiales colgados en la intranet
o los exámenes completados. Incluso los servicios más fiables fallan a veces.
Por esta razón, es necesario contar con un plan de contingencia. Para evitar
tener que recuperar las clases, averigüe de antemano qué servicio usará su
clase si el predeterminado no funciona. «Si los alumnos no pueden poner en
marcha Teams al comienzo de la clase, ¿deberían
unirse a una llamada de Skype inmediatamente o enterarse del nuevo plan
por WhatsApp? La clave para que ese plan funcione es saber de antemano dónde
reunirse», manifiestan.
Proteger los dispositivos
Esto
está estrechamente relacionado con el punto anterior. Pero también los expertos
lo dejan meridianamente claro: “Es necesaria una protección fiable en cada
dispositivo utilizado para acceder a los recursos educativos, ordenadores,
teléfonos inteligentes y tabletas. Algunos programas maliciosos pueden intentar
propagarse a los dispositivos de los estudiantes.
Cuidado con el ciberbullying
Aunque
gran parte del tiempo de las clases haya pasado al entorno online, eso no
significa que las amenazas como el acoso o el ciberbullying hayan desaparecido.
Tal y como señalan los datos del observatorio para España del Bullying Sin
Fronteras, entre 2017 y 2018 el número de casos de bullying aumentó en un 22 %,
algo que se produce tanto en el entorno presencial como en el online. «El uso
de las redes sociales no deja de aumentar y el anonimato que ofrecen a veces y
la posibilidad de localizar a la víctima esté donde esté a través de su
teléfono, hace que esta situación sea hoy en día más peligrosa que nunca»,
añaden desde Entelgy, al tiempo que dicen: «Es fundamental que los padres
hablen abiertamente con sus hijos para normalizar las conversaciones en torno a
estos temas y así poder anticipar las señales de alerta».